Notas
06. Gabriela Quiroga García. URBANISTA
En el horizonte del arte, las técnicas y las disciplinas creativas, las mujeres han forjado caminos de innovación y liderazgo que merecen ser visibilizados. Como una forma de resaltar las contribuciones de algunas mujeres, Bitácora Arquitectura invitó a los coordinadores de las cuatro licenciaturas que se imparten en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, a identificar a un grupo de mujeres quienes desde la docencia, la investigación o la gestión pública han enriquecido la creación, la cultura y el pensamiento contemporáneos. Puedes encontrar esta entrevista en la edición 54 de la revista impresa.
Gabriela Quiroga García (Ciudad de México, 1969) es egresada con mención honorífica de la licenciatura en Urbanismo de la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Obtuvo las medallas «Los mejores estudiantes de México», «Gustavo Baz» y «Gabino Barreda». Es maestra en Gestión Pública por la Escuela de Administración Pública del Gobierno de la Ciudad de México.
Durante su trayectoria profesional ha tenido diversos cargos públicos. Fue subdirectora de Desarrollo Regional en la Delegación Xochimilco; directora de Planeación y Evaluación del Desarrollo Urbano en la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del gdf; directora de Desarrollo Urbano en la Delegación Miguel Hidalgo y coordinadora general de Desarrollo y Administración Urbana en la Seduvi; directora general de Gestión, Vinculación y Asuntos Jurídico-Normativos en la Autoridad del Espacio Público de la Ciudad de México (extinta). También ha destacado por su desempeño activo a nivel federal como gerente de Planeación y Coordinadora Técnica del Inifed.
Como parte de las iniciativas que ha tenido para la formación de las y los urbanistas mexicanos, ha impartido cursos, seminarios y talleres sobre la aplicación de la normatividad y las tendencias del desarrollo urbano en diferentes dependencias, universidades e instituciones, tanto privadas como públicas, entre las que destacan la Universidad Iberoamericana, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Anáhuac del Norte, el Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México, el Colegio de Ingenieros Civiles, la Asociación Mexicana de Profesionistas Inmobiliarios, la Asociación de Profesionales en Comercialización Inmobiliaria, el Instituto Nacional de Administración Pública, la Procuraduría Social del Distrito Federal y la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento del Territorio. Ha participado en los congresos nacionales de la Asociación Mexicana de Directores Responsables de Obra y Corresponsables (AMDROC) y en los simposios inmobiliarios organizados por la Cámara Nacional de Comercio (Canacodf). Desde el 2000, ha sido ponente en los cursos-talleres «Director responsable de obra, corresponsables y peritos en desarrollo urbano», para la CDMX y el Estado de México.
Ha colaborado en publicaciones internacionales para la Revista Urbanística PVS, de la Universidad «La Sapienza» de Roma, Italia, y recientemente para las revistas, En Concreto y City Manager. Ha sido asesora de diversas Asociaciones privadas y entidades públicas locales y federales, entre las que destacan: la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi-VM), la Asamblea Legislativa III y IV, el Instituto de Vivienda del Gobierno del Distrito Federal, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la Secretaría de Desarrollo Económico del gdf.
En el ámbito académico, fue docente de la Universidad Tecnológica de México (UTM), impartiendo la materia Temas Selectos sobre Urbanismo y Construcción, y en la Facultad de Arquitectura de la UNAM con la asignatura: Arquitectura, Ambiente y Ciudad II. Es integrante de la Asociación Mexicana de Arquitectas y Urbanistas (AMAU), de Mujeres Líderes por la Vivienda (Muliv) y socia fundadora de El Colegio de Urbanistas de México (ECUM), organización de especialistas que actualmente ella preside, y desde 2015 es perito en Desarrollo Urbano por el Gobierno de la Ciudad de México.
Gabriela Quiroga es una urbanista ejemplar y gran referente ya que perteneció a las primeras generaciones de egresados de la licenciatura en Arquitectura de la UNAM.
[Valeria García] Actualmente eres presidenta del El Colegio de Urbanistas de México (ecum), ¿dónde comenzó tu camino hacia el urbanismo?
[Gabriela Quiroga] Yo vengo de la Escuela Nacional Preparatoria, saqué buenas calificaciones y obtuve mi pase reglamentado a la Facultad de Arquitectura. Cursaba el primer semestre de arquitectura, y estaba encantada, hasta que en algún pasillo me tocó conocer a la maestra Estefanía Chávez. Platicando con ella me convenció de cambiarme a urbanismo, diciéndome que «había algo más allá», contagiándome su ánimo. Me terminé cambiando y me tocó ser parte de la tercera generación de urbanismo. Llegamos a una licenciatura muy jóvenes, yo sentía el temor de que en Arquitectura eran 120 personas, mientras que en urbanismo éramos seis en toda la generación. Era toda una aventura, pero no me arrepiento, me permitió ver la vida del urbanismo de la mano de la maestra Estefanía; ella siempre buscaba las mejores oportunidades para nosotros, sin duda fuimos una generación privilegiada. Yo siempre he sido una mujer de retos y de terminar las cosas. Me acuerdo que para mi titulación necesitábamos conseguir a un funcionario del gobierno de la ciudad (en ese entonces el Departamento del Distrito Federal). Me acuerdo muy bien que, con mi compañera Mónica Ortiz, nos fuimos a esperar a un funcionario, el propósito era conseguir que el arquitecto Hugo García Pérez fuera sinodal, [de] nuestra tesis, Alternativas para un desarrollo integral en el suelo de conservación de la Ciudad de México (1992); en su momento fue una tesis innovadora.
[VG] ¿Cuáles han sido los mayores retos dentro de la práctica de ser urbanista?
[GQ] Me tocó abrir brecha, hacer relaciones y dar a conocer qué hace un urbanista, y más una mujer urbanista, además en un ámbito donde siempre dominaron los arquitectos. Y luego que te dieran la batuta de proyectos, dar autorizaciones para la ciudad. La urbanista no debe ir sola, se comparte el trabajo y los espacios se van ganando.
[VG] ¿Consideras que los retos siguen siendo los mismos para las generaciones actuales?
[GQ] Yo creo que ya abrimos el camino, ya nos conocen, pero las nuevas generaciones tendrán que utilizar la tecnología y la inteligencia artificial para los modelos urbanos. Siempre habrá la necesidad de un tomador de decisiones.
[VG] ¿Cómo concibes el papel de las mujeres en el urbanismo?
[GQ] Es algo interesante porque me ha tocado atender temas sociales en comunidades y te das cuenta que la forma de ver las cosas de la mujer es diferente; estamos más preocupadas porque la atención que le demos a un particular sea integral y completa, que si se va a autorizar algo, o si se realiza una planeación, ésta debe tomar en cuenta las necesidades sociales de un hogar. Actualmente estamos participando en el concurso de Acapulco y nos damos cuenta que la mayoría de las personas que piden un apoyo de las autoridades son mujeres. Me ha tocado en la vida real que les atienda un compañero varón y la atención es totalmente diferente porque se limitan a solucionar lo que les corresponde; sin embargo, nosotras como mujeres nos quedamos a escuchar y nos interesamos por la persona que vive la ciudad. Somos más empáticas al momento de diseñar.
[VG] ¿Qué es lo que consideras que hace falta para tener mayor equidad dentro del urbanismo?
[GQ] El urbanismo es una carrera muy interesante. La forma en que tengamos más equidad en nuestro trabajo es que haya una sana competencia y complementariedad entre hombres y mujeres, desde formar, integrar y liderar equipos de trabajo. Tiene que ver mucho con cómo se entienden las capacidades de cada integrante del equipo. El chiste para esta equidad es integrarte al equipo.
Hay esta idea de que hay que sobresalir, ser los primeros; nos toca trabajar con geógrafos, economistas… El urbanismo es parte de un todo y se debe entender que somos parte de algo. Las mujeres a veces estábamos a la espera de que nos den instrucciones, pero eso era antes, ahora podemos coordinar y tomar decisiones propias y representar la de otros.
[VG] ¿Qué caminos deberían tomar las mujeres para relacionarse con la innovación en el urbanismo?
[GQ] Hay nuevas profesiones y retos, las ciudades crecen con mayores problemas, las mujeres tendremos que avanzar para entender los fenómenos urbanos desde la sociedad que los genera. Ejemplo, si va a haber un proyecto de regeneración urbana, tenemos que saber cómo acercarnos a la población para que entienda que los modelos de la regeneración urbana son en su beneficio. Y te prometo que eso es una visión de las mujeres por la empatía, porque podemos manejar las ideas para el momento y el después. Las nuevas generaciones tienen a su favor la inmediatez, la tecnología, se pueden enterar de lo que está pasando.
La labor de las jóvenes mujeres será escalar a puestos de toma de direcciones en el país y puestos públicos, siempre creerse que están listas, tomando la decisión de cómo se hacen las cosas. Por ejemplo, ¿cómo se construyen los pueblos mágicos desde una administración hecha por mujeres? Hay que ser parte de lo que está sucediendo, capacitarse constantemente. Siempre aprendemos y más de las comunidades. Un error frecuente es que llegamos a las comunidades con el plano ya hecho, sin siquiera escuchar.
Un ejemplo de cómo se debe de trabajar es el proyecto de los lavaderos de Xochimilco. Las señoras van ahí porque sus familias fueron, porque son puntos de reunión para las personas. Entonces no puedes quitarlos sólo porque así lo pensaste. Se debe diseñar con base en las necesidades y dejando los elementos que la comunidad los concibe suyos. A las mujeres nos nace una fuerza interna y se nos quitan los miedos. Creo que más allá de todo, debemos creer en nosotras mismas.
[VG] Sin duda el empoderamiento de las mujeres en el urbanismo se requiere día con día. La última pregunta va dirigida hacia su concepción, ¿cómo son las ciudades hechas por y para las mujeres?
[GQ] Las ciudades deben de planearse para el ser humano y para diferentes momentos del ser humano: cuando eres pequeño, para tu edad productiva y para cuando eres anciano. Un dato interesante es que las mujeres vivimos más. Entonces, el diseño de las ciudades, deben de estar planeadas desde una visión holística, no casarse con un tipo de ciudad. Algo que las mujeres podemos aportar es pensar en cómo queremos las viviendas a futuro, viviendas económicas, en zonas seguras, que se procure la cercanía al trabajo o que permitan varias funciones, como ir a dejar a los niños, entre otras tareas. Entendiendo que deben tener elementos muy dinámicos. El equipamiento urbano les cuesta mucho a las ciudades, la visión que podemos dar como mujeres es cómo hacer rendir los recursos. ¿Cómo hacer ciudades que sean resilientes? Las mujeres son las primeras, son las que están pendientes sobre las situaciones que pasan en sus viviendas: que si la grieta por la falla de Plateros-Mixcoac, el tema del agua, cómo hacer que no contaminemos tanto. Quienes diseñan las ciudades de hoy y el futuro influyen en el cambio de conciencia para que sea lo que nos ayude a sobrevivir.
[VG] ¿Qué proyectos han marcado su vida profesional como urbanista egresada de nuestra facultad?
[GQ] El primero fue en Xochimilco, sobre cosecha de agua y sistemas de reciclamiento de desechos orgánicos. Pude organizar que las comunidades de las chinampas y las montañas de Xochimilco, en lugar de que tiraran sus desechos al drenaje, los trataran con sistemas que en ese momento eran innovadores, y la gente reaccionó bien. También construimos cisternas de captación pluvial. Los sábados construíamos las cisternas, era un trabajo comunitario, nos tocó hacerlo con muchas mujeres; lo hacíamos con malla de gallinero, se hacían dos cisternas por asentamiento. Gracias esa cosecha las casas son autosuficientes. Ese proyecto fue muy bonito, como urbanista en zona rural aprendí que la gente llegó ahí antes de la planeación.
Otro proyecto que me hizo cuestionarme fue en la Ciudad de México en 2004, con la revolución administrativa donde se cambiaron las licencias de construcción por manifestaciones de construcción, y nació el sistema de información geográfica. Antes se acudía a la Seduvi a consultar con el certificador el uso de suelo, pero no quedaba claro el uso de suelo. Cuando nosotros llegamos, iniciamos el sistema de información geográfica con el catastro de 2003 y me tocó armar el equipo. Tuve la oportunidad de que el arquitecto Luis Guillermo Farfán creyera en mí; me preguntó: ¿qué necesita? Y yo le dije: «56 personas, computadoras para quienes estén este proyecto». Fue impresionante porque lo sigo presumiendo a nivel nacional e internacional, porque pasamos de hacerlo a mano a hacerlo digital. Entonces un día de 2004, hicimos «clic» y la gente pudo empezar a bajar la información con el visor de la Ciudad de México (uso de suelo, normas, altura, densidad). Imagínate la responsabilidad, nosotros lo iniciamos como sig [sistema de información geográfica].
Participamos en el Programa de desarrollo urbano, el que está vigente, casi sin recursos; no durmiendo, talacheando, en 2001-2002. Nosotros estábamos comprando plotters, «ploteando» toda la noche para que saliera todo el plano de la Ciudad de México. La cosa más bonita de ese proyecto fue la consulta pública, por cada centro de cultura en todas las delegaciones. En Xochimilco nos organizaron un evento con cerca de 700 personas.
En la Secretaría de Desarrollo Económico, con la maestra Laura Velázquez, a quien le tengo un gran aprecio, hicimos una oficina de apertura de negocios en Cuauhtémoc. Por la mañana abríamos y la gente ya estaba formada, a mí me tocaba ver los casos a nivel piso. Por ejemplo, cuando alguien quería abrir una papelería, me decían dónde vivían y yo con mi sig, rápidamente ubicaba con la boleta predial. También me encargaba de la regularización de predios, cambios de uso de suelo, yo hacía el armado de carpetas para enviarlas a las oficinas que hoy son Sedeco.
[VG] Para cerrar, ¿a qué otras mujeres admiras?
[GQ] A Estefanía Chávez, como una mentora de vida, ella dejó una huella indeleble en nuestras vidas, en el urbanismo. De escritoras, a Elena Poniatowska, a Ángela Merkel, quien es una mujer que siempre se viste igual porque no quiere perder el tiempo. Ah, y a Angelita Alessio Robles, la gente no la recuerda, pero ella fue la primera secretaria de Desarrollo Urbano de esta ciudad, fue la primera mujer que empezó a tomar grandes decisiones en 1960-1970.