Entrevista a Rafael Kopeliovich

Sebastián Gaytán Hernández
Estudiante de la Facultad de Arquitectura de la UNAM

En esta entrevista, el arquitecto Rafael Kopeliovich nos habla sobre su trayectoria, la importancia de tomar riesgos, la necesidad de aprender y el papel de la innovación en la actualidad. Una conversación dirigida a los estudiantes de la Facultad de Arquitectura sobre cómo afrontar los límites y superar el miedo al error.

Fotografía: José Antonio Sánchez Jiménez

[Sebastián Gaytán] Me gustaría comenzar hablando acerca de sus inicios en la arquitectura…
[Rafael Kopeliovich]
Mis inicios en la arquitectura están determinados por mi padre, él era un guía para mí y fue mi mayor inspiración en la vida; a pesar de que no era arquitecto, gracias a él tuve mi primera experiencia en la Autónoma de Arquitectos con Carlos Ortega Miramontes, Óscar Urrutia y Pascual Broid. Desde muy joven, como estudiante de la facultad, me involucré en todos los procesos que tenían que ver con la representación. Posteriormente, me interesé en temas de composición y comencé a trabajar durante dos años en el despacho de los arquitectos Ramón Torres y Héctor Velásquez. Después, me integré a las oficinas de Jorge González Reyna y Richard Neutra con el objetivo claro de aprender cómo se trabaja en un despacho de arquitectura. De esa manera, logré adquirir experiencia antes de haber concluido la carrera, siendo esto un factor importante en mi desarrollo profesional.

[SG] ¿Qué repercusión tuvo en su manera de ver y entender la arquitectura, haber trabajado en estas oficinas?
[RK] Mi buena relación con cada uno gracias a mi desempeño y genuino interés por aprender, me abrió muchas puertas. Gracias a ellos, llegué a la conclusión de que lo más importante para un estudiante de arquitectura es relacionarse y buscar trabajo en las oficinas más destacadas, siempre y cuando, el objetivo principal sea aprender. Desde muy joven fuí alguien proactivo, y en ese sentido, mi recomendación para los estudiantes es que traten de tomar la iniciativa.

Por otro lado, considero que es necesario involucrarse en varias actividades en diferentes lugares. En lo personal, me parece importante encontrar la relación entre la arquitectura y otras disciplinas; ya que a través de ellos, también aprendí que debemos explorar otras áreas para poder enriquecer nuestras ideas.

Fotografía: Sergio Kopeliovich | Cortesía

[SG] Respecto a este último punto, ¿Qué filosofía hay detrás de su práctica y cómo ha ido evolucionando a través del tiempo?
[RK] En la arquitectura es necesario tomar riesgos, afrontar los límites y trabajar en equipo para resolver los problemas. Debemos ser optimistas, y para resolverlos, hay que atreverse sin temor a equivocarse. Esta mentalidad es la que ha determinado mi práctica desde muy joven hasta la actualidad.

[SG] Desde nuestra posición como estudiantes, ¿de qué manera podemos afrontar nuestros límites, y a su vez, cómo podemos superar el temor a equivocarse?
[RK] Desde mi punto de vista, debemos ser positivos y entender que siempre estamos en una etapa de aprendizaje. A pesar de mi edad sigo aprendiendo y mi motivación principal es seguir aprendiendo. La única manera de vencer nuestros propios límites es tomando la iniciativa; si no nos atrevemos a preguntar, difícilmente lograremos sobresalir.

Nuestro enfoque debe estar en seguir creciendo, y la única manera de seguir creciendo, es cuestionándolo todo. Nuestro peor error es dar por hecho que todo está resuelto. A su vez, visualizarnos a nosotros mismos como un producto terminado es algo que sin duda nos puede llevar a la ruina. No debemos vivir estancados, por el contrario, es necesario seguir innovando.

Fotografía: José Antonio Sánchez Jiménez

[SG] ¿Cree usted todavía en la innovación?¿Por qué?
[RK] Claro, el tiempo me ha enseñado que no hay freno, debemos seguir adelante. El tiempo en que vivimos exige que haya cambios y sin duda alguna debemos seguir mejorando. Para mí, la única manera de seguir creciendo a nivel individual y como sociedad, es proponiendo cosas nuevas.

Como arquitectos, debemos seguir inventando y para hacerlo de la manera correcta, recomiendo a los estudiantes estar pendientes de lo que está pasando en el mundo. Como creativos, debemos hacer nuestra la información para hacer buenas propuestas y así poder hacerle frente a los problemas de la mejor manera posible. La arquitectura es creación, y desde mi punto de vista, no tiene fecha de caducidad.

[SG] Desde su punto de vista, ¿Cuál es el mejor momento para empezar?
[RK] No hay un momento específico, cualquier momento es bueno para comenzar. Yo recomiendo iniciar lo más pronto posible. La edad no es un impedimento. Traten de involucrarse en los mejores despachos y hagan un esfuerzo por aprender de ellos.

El inicio siempre es complicado; sin embargo, si desarrollamos la habilidad de hacernos preguntas y dedicamos nuestro tiempo a resolver nuestras dudas en una buena universidad y en un buen despacho como fue mi caso; lo único que va a suceder es que vamos a aprender, y a mi parecer, nuestro mayor propósito en la vida debe ser ese: aprender sin importar la edad.

Fotografía: José Antonio Sánchez Jiménez

[SG] ¿Qué le motiva actualmente y qué sigue para ustedes como oficina de arquitectura?

[RK] Trato de mantenerme activo y considero que me defiendo muy bien en la vida. La manera en la que trato de defenderme es haciendo cosas. Es importante reflexionar pero es más importante actuar. Cuando no tengo trabajo, lo invento. Actualmente, sigo activo a través de proyectos de vivienda unifamiliar, priorizando ante todo, el bienestar y las necesidades de quiénes confían en nosotros a través de la escucha. Me gusta seguir creando y eso es lo que me motiva actualmente: contribuir a satisfacer la vida de los demás, a través de la arquitectura.

Fotografía: Sergio Kopeliovich | Cortesía
Fotografía: Sergio Kopeliovich | Cortesía
Fotografía: Sergio Kopeliovich | Cortesía

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