Notas
Marta Ruiz. DISEÑADORA INDUSTRIAL
En el horizonte del arte, las técnicas y las disciplinas creativas, las mujeres han forjado caminos de innovación y liderazgo que merecen ser visibilizados. Como una forma de resaltar las contribuciones de algunas mujeres, Bitácora Arquitectura invitó a los coordinadores de las cuatro licenciaturas que se imparten en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, a identificar a mujeres quienes, desde la docencia, la investigación o la gestión pública han enriquecido la creación, la cultura y el pensamiento contemporáneos. Puedes encontrar esta entrevista en la edición 55 de la revista impresa.
Marta Ruiz, (Ciudad de México, 1960), es una destacada Diseñadora Industrial graduada del Centro de Investigaciones de Diseño Industrial de la UNAM, donde también ejerció como docente. Durante su tiempo en la institución, impartió clases de Taller de Diseño I y II, cerámica, geometría y titulación, además de desempeñarse como responsable de la oficina de egreso, donde supervisa el servicio social, las prácticas profesionales y la bolsa de trabajo, entre otras responsabilidades.
En 2005, en colaboración con la diseñadora Gloria Rubio, Marta fundó Arta Cerámica, un espacio que fusiona sus tres grandes pasiones: el diseño, la cerámica y la enseñanza. Aunque se retiró del CIDI, continúa activamente involucrada en Arta Cerámica, donde se producen piezas de diseño en cerámica personalizadas. Este taller no solo sirve como plataforma para diseñadores, sino también como un lugar accesible para el público en general al brindar la oportunidad de explorar y aprender sobre el arte de la cerámica en un ambiente acogedor y relajado.
Tuve la oportunidad de platicar con ella. Durante esta conversación, hablamos de quién es ella, su trayectoria, y qué es eso que la hace única en el medio: Marta es una mujer innovadora.
[Ximena Juárez] ¿Cómo es que llegaste al CIDI, siempre supiste que querías estudiar diseño o qué te trajo aquí?
[Marta Ruíz] Cuando tenía más o menos 13 años, en Michoacán vi a una persona que, por el calor insoportable durante el día, salió con su torno a la calle. Verla disfrutar de esta práctica, hizo que me enamorara de la cerámica. Cuando llegó la hora de elegir tenía la oportunidad de ir a Barcelona a estudiar allá, pero yo estaba segura de que quería CU. Es un lugar increíble. Así fue como encontré al CIDI, pienso que no solamente tenía vocación de hacer cerámica, si no también de hacer diseño.
[XJ] Fuiste estudiante, y académica por muchos años en esta escuela, además, durante una época en la que el mundo era de hombres, sobre todo cuando hablamos del diseño industrial ¿Cómo piensas tú que esto afectó a tu quehacer de diseño y cómo es que esta situación influia en tu día a día?
[MR] Si, después de acabar la carrera, trabajé en un par de fábricas y en despachos. Sin embargo, volví a la UNAM como académica, a la coordinación, a impartir materias y después de un tiempo a la cerámica. Todo era un club de hombres, me decían la primera dama porque era la única mujer que se atrevía a poner un pie ahí, sus perspectivas eran totalmente distintas, pero creo que, al final todos teníamos el mismo propósito, así que las diferentes perspectivas se complementaban muy bien. Siento que puse mi granito de arena porque yo buscaba que tuviéramos un ambiente agradable, en el que la pudiéramos pasar bien y que, a pesar de las diferencias, llegaramos a los resultados deseados.
[XJ] Claro, es evidente cuando el que está enfrente está comprometido con el objetivo. Para ti ¿cuál era tu parte favorita de enseñar?
[MR] Disfrutaba mucho poner mis ideas más descabelladas en práctica y crear desde cero, pero también, disfruté estar junto a los jóvenes. Ver sus maneras de pensar, de entender a estas personas y cómo todos somos diferentes siempre enriquece mi ser. Después de 30 años, llegó un punto en el que quería dedicarme a la cerámica, dar un paso atrás en la academia, y con Gloria, una gran diseñadora, creamos Arta Cerámica, un taller de cerámica.
[XJ] Apenas tuve la oportunidad de visitar Arta Cerámica pude sentir a una comunidad que te abraza desde el momento que cruzas la puerta. Una comunidad que han formado tú y Gloria, junto con un increíble equipo únicamente conformado por mujeres, ¿cómo crees que tu comunidad puede impactar a tu quehacer en el diseño?
[MR] Yo pienso que las mujeres traemos mucho a la mesa, en mi caso, crear esta comunidad con un ambiente agradable para todos, en las que entendemos que todos somos personas con altas y bajas. Es importante comprender que la gente que nos rodea es persona, entender por qué están donde están, cómo es que la vida los ha traído aquí. El objetivo es que este taller sea un espacio libre y seguro para estar, no solo para sobrevivir. Un espacio donde tolerar y apreciar, incluso, lo que nos podría molestar del otro.
[XJ] Al investigar un poco de Arta, encontré que ustedes promueven el diseño lúdico y transformable, y que esta mentalidad impregna no solo su taller, si no sus personas.
[MR] - Claro, Gloria es super creativa, y yo procuro también que todo el tiempo seamos divertidas y tratar de comprender que el trabajo no es persona para reírnos de la vida.
[XJ] ¿Qué otras características piensas que, a lo largo de tu vida, has desarrollado como mujer, que te han ayudado a salir avante en esta práctica del diseño?
[MR] Algo que me ha enseñado Gloria es a que escuchemos nuestra intuición, de verdad creo que, como mujeres, la intuición está super desarrollada, y nos puede ayudar a entender, a ver las cosas de diferente manera. También entiendo el valor de trabajar en equipo, y lo poderosa que puede ser la colaboración y el conocimiento compartido: nuestras fuerzas unidas.
[XJ] Si tuvieras que elegir 5 sucesos determinantes que cambiaron el rumbo de tu vida como mujer y diseñadora ¿Cuáles escogerías?
[MR] Para empezar, a ese artesano en algún pueblo de Michoacán que, sin él, no hubiera descubierto mi verdadera pasión. Otro evento sería estudiar en CU, el lugar más grandioso para estudiar en este país. Trabajar en la UNAM, lugar en el que he conocido a mis amigas más cercanas. Ser madre claro, yo era muy diferente hasta que me tocó formar a otra persona, lo que ha sido maravilloso. Por último, cuando llegué a ser mi propia jefa. Sin estos eventos mi vida probablemente no sería lo que es hoy.
[XJ] ¿Podrías nombrar algunas diseñadoras que admires y que han influido en ti?
[MR] - Bueno, tengo que empezar por Gloria, que es una mujer increíble, gran diseñadora, con una intuición para el negocio impecable, y en el diseño para mí, ha sido un ejemplo. Clara Porset, por supuesto, era una gran mujer, que no solamente era una gran diseñadora, si no que era una visionaria. Yesica Escalera, como diseñadora y como persona, porque es muy capaz e inteligente. Cristina Javer, otra gran mujer que me acompañó en el club de hombres, que trabajaba en proyectos muy interesantes. Liliana Ovalle, que hace proyectos padrísimos. Algo importante de mencionar es que a cada una de ellas no solo las admiro por su quehacer en el diseño, si no también, porque son excelentes personas, que creo yo, es más importante que cualquier cosa que solo encuentres en internet.
[XJ] La última pregunta será, tu qué nos dirías a las diseñadoras de hoy, de acuerdo con tu experiencia ¿qué crees que sea importante?
[MR] Yo les diría que no salgan a pedir trabajo, sino que salgan a generar oportunidades para ti y los demás. Ser proactivas, seguras de nosotras mismas, dispuestas a involucrarnos.
[XJ] ¡Claro! Marta, me ha encantado poder conversar contigo, escuchar de tu historia y lo mucho que contribuiste a esta escuela y que le sigues devolviendo a esta ciudad.
[MR] ¡Gracias a ti!
Principales aportaciones de Marta Ruiz
- Fue la primera mujer en el CIDI en impartir la clase de Diseño
- Instauró la práctica profesional en el CIDI como un medio para que los alumnos conectaran con el mundo laboral
- Junto con Gloria Rubio, fundó Arta Cerámica, donde realizan piezas de diseño personalizadas y donde se imparten cursos en los que cualquier persona puede aprender sobre cerámica.